Es indudable que el desarrollo de los países pobres es uno de los ejes de los debates del siglo XXI y los estudiantes no somos ajenos a esto. Creemos que el avance social hacia el desarrollo empieza por los cambios individuales. Pero cada acción humana, ya sea productiva o no, que crea empleo, genera riqueza y contribuye al crecimiento económico tiene consecuencias sobre el resto de la sociedad. La responsabilidad implica no solo ser consciente de estas consecuencias, sino también actuar sobre las mismas.
Existen sectores claves donde el Ingeniero Industrial deberá aplicar sus habilidades y debe hacerlo con pleno conocimiento del ambiente en el que está inmerso de manera tal que su desempeño marque la diferencia. Los servicios constituirán uno de estos sectores además de que serán económicamente uno de los más pujantes, pero aun así es uno de los campos menos explotados en esta disciplina.
En este contexto, las habilidades personales tanto académicas, profesionales, como sociales son fundamentales y deben complementarse. Indispensable en la era de las organizaciones es el trabajo en equipo y las habilidades administrativas, dando lugar a un tercer tema de debate: cómo será la empresa del futuro, por lo que ya empiezan a surgir modelos a seguir.
Como el lema del seminario lo indica, proponemos tres pilares de suma importancia para potenciar a los profesionales y estudiantes de Ingeniería Industrial y carreras afines para el desarrollo de la Sociedad:Detrás de Escena: Los servicios
Hoy en día, los servicios tienen un alto grado de especificidad y segmentan los mercados, generando espacios propios y compartidos con los productos. Tal es así, que, en la cadena productiva llegan a trasvasarlos e incorporan valor a los mismos a través de actividades enfocadas en el cliente.
Por otra parte, con una inversión de capital relativamente pequeña se pueden desarrollar proyectos de alta competitividad a nivel nacional e internacional, es por ello que actualmente se consideran propulsores de las economías domésticas y motores de las economías regionales; pero ¿cómo detectar oportunidades de éxito en este sector?
Se debe considerar que, en los países desarrollados, los servicios son la actividad que agrega el mayor valor a la economía al punto que contribuyen con el 80% de sus PBI y acaparan la mayor parte de su mano de obra. En los países en vías de desarrollo pueden ser de gran importancia para combatir la pobreza e integrarse a la economía globalizada. Se abre entonces el siguiente interrogante: ¿cuáles son aquellos servicios con mayor valor agregado y alto potencial para nuestra sociedad?
Los países latinoamericanos se distinguen por la pésima calidad de sus servicios, los cuales generalmente son diseñados empíricamente por personas sin formación, conocimientos de herramientas y mucho menos habilidades profesionales en Ingeniería de Servicios, por lo tanto ¿qué se necesita para desarrollarlos? En particular, en nuestro país no se les asigna la importancia necesaria para el progreso social y el Ingeniero Industrial parece ser un actor clave para el mismo. Este no sólo está preparado para insertarse en las industrias pues tiene capacidades y conocimientos que correctamente aplicados, le permitirán descubrir nuevos campos. Estamos obligados a brindar al sector nuevas formas competitivas de ofrecer servicios mediante la aplicación de herramientas, técnicas y diseños innovadores acorde con los vertiginosos avances del siglo XXI que garanticen una elevada satisfacción del cliente. ¿Cuáles son entonces las habilidades que debe tener un Ingeniero para trabajar dentro de los servicios?
Países Pobres y Países Ricos: Desarrollo Sustentable
Todo país aspira a desarrollarse, es decir, a desplegar constructivamente sus potencialidades en el sentido de alcanzar un status quo superior al preexistente. Sin embargo, es de público conocimiento que los recursos de la Tierra no son suficientes para que todas las naciones adquieran los mismos patrones de producción y consumo que tiene el primer mundo. Una publicación de las Naciones Unidas de 1996 asegura que; si pudiéramos reducir la población de nuestro planeta hasta llevarla al tamaño de una aldea de cien habitantes, manteniendo todas las proporciones humanas existentes en ese momento, el resultado sería el siguiente:
· Habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 americanos y 8 africanos
· 70 serían no blancos; 30 blancos
· 70 serían no cristianos; 30 cristianos
· 50% de las riquezas de todo el planeta estarían en manos de seis personas. Los seis serían ciudadanos de los Estados Unidos
· 50 sufrirían malnutrición
· 80 habitarían viviendas de construcción precaria
· Sólo uno tendría educación de nivel universitario
Si bien han transcurrido ya más de 13 años, los resultados son abrumadores. Cabe preguntarse entonces, ¿no es cierto que la Humanidad había alcanzado un mayor nivel de desarrollo? La pobreza es sin duda el flagelo de la sociedad contemporánea… pero, ¿cuál será la estrategia apropiada que contribuya a reducirla sin hipotecar nuestro futuro?
Por otra parte, el cambio climático es un hecho. El fenómeno está interrelacionado con el accionar humano y es por ello que la concientización sobre nuestras actividades productivas y su impacto ambiental son fundamentales para reducirlo. El crecimiento económico de prácticamente todos los países en vías de desarrollo se caracteriza por el empleo de métodos que transitan en exceso el camino de la contaminación; pero ¿es posible encarar entonces, el desarrollo de una nación bajo la premisa del respeto por la ecología de nuestro planeta? Cabe aclarara que, se han logrado gigantescos avances tecnológicos que han posibilitado el desarrollo de nuevas técnicas, las cuales permiten reducir notablemente los efectos nocivos que nuestras actividades tienen sobre el ambiente. En consecuencia, ¿qué se requiere para implementar un sistema productivo con éstas características?
Actualmente, en los países desarrollados el Green Marketing se está posicionando como una estrategia para atraer clientes dado que se está generando una conciencia social en la población; por citar que en 2008 en Inglaterra el consumo de productos “éticos” superó las ventas de alcohol y cigarrillos. Así mismo, la Huella de Carbono constituye tanto una herramienta comercial como una manera de medir los niveles de contaminación de un bien o servicio y su uso se está expandiendo y puede incorporarse a nuestro país como una forma de innovación para salir a competir en el mercado mundial. ¿Es por lo tanto, la Responsabilidad Social Empresaria una mera estrategia de marketing o una potente herramienta que complemente el desarrollo integral de una nación?
Como expone Félix Peña. “El mundo actual es un mundo de arenas movedizas. Desplazarse en él supone gran habilidad y mucha prudencia”. El desafío queda planteado… ¿Seremos capaces de afrontarlo idóneamente?
Sinergia vs. Descentralización: Administración Estratégica
En la actualidad se han enfrentado profundos cambios paradigmáticos y las organizaciones como actores sociales no son ajenas a ellos. Ya sean Públicas o Privadas, con o sin Fines de Lucro, sus gerentes se ven en la “encrucijada” de crear equipos integrados de trabajo o descentralizar el mismo con el objeto de lograr una mejor delegación de las actividades. Sin embargo, no existe una fórmula única para determinar una solución y cada situación debe analizarse particularmente. Se tiene que considerar un amplio abanico de posibilidades donde los conceptos de sinergia y descentralización parecen ser sólo los extremos del mismo. Se abre de esta manera el siguiente interrogante: ¿son éstas ideas contrapuestas o complementarias?; y en caso de que sean complementarias ¿cómo lograr una combinación que permita optimizar nuestros recursos escasos? En el campo académico se plantea la relación entre éstos dos conceptos; y ésta problemática resulta de especial incumbencia para el Ingeniero Industrial a la hora de diseñar sistemas que integren recursos humanos.
Por otro lado en la Administración Gubernamental aparecen dos nociones relacionadas con las anteriores e históricamente enfrentadas: Federalismo y Unitarismo. La Planificación a nivel social se encuentra en una dimensión completamente distinta a la realizada en el ámbito privado. La misma puede ocasionar efectos negativos, aumentando la pobreza y destruyendo riqueza; pero ¿resultará potable la posibilidad de extrapolar estrategias exitosas adoptadas por organizaciones particulares al ámbito de la sociedad en su conjunto? ¿Cuáles serán los límites de estos conceptos, sus fortalezas, sus debilidades?
En un futuro no muy lejano la Sinergia como concepto social y la Descentralización serán claves en la administración estratégica no sólo de las Organizaciones sino también de la sociedad. Debemos mantenernos alerta y saber interpretar críticamente las pautas de la contingencia en todos sus aspectos.